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    Seguridad de las transfusiones de sangre

    Updated at March 31st, 2022

    Debido a una enfermedad o lesión, algunos niños necesitan recibir transfusiones de sangre y hemoderivados. Este procedimiento puede atemorizar a los padres y sus hijos. Muchos padres también se preocupan por la seguridad de las transfusiones. Si bien el suministro de sangre en los Estados Unidos se considera muy seguro, los padres deben saber algunas cosas sobre las transfusiones de sangre y la seguridad de los hemoderivados para niños. Continúe leyendo para obtener más información de la American Academy of Pediatrics sobre la sangre y las transfusiones de sangre.

    Una lección rápida sobre la sangre

    La sangre en nuestros cuerpos hace muchas cosas importantes.

    • La sangre transporta el oxígeno y los nutrientes a todos los tejidos de nuestro cuerpo.
    • La sangre ayuda a eliminar el dióxido de carbono y otros desechos de nuestro cuerpo.
    • La sangre nos ayuda a luchar contra las infecciones y a curar las heridas, además de ofrecer todas las sustancias necesarias para su coagulación.

    La sangre se compone de varias partes, y cada parte tiene una función específica.

    • Los glóbulos rojos transportan el oxígeno desde los pulmones a todos los tejidos del cuerpo y llevan el dióxido de carbono desde esos tejidos nuevamente a los pulmones. Cuando el recuento de glóbulos rojos es bajo, se produce anemia.
    • Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a evitar infecciones.
    • Las plaquetas controlan el sangrado al iniciar el proceso de coagulación de la sangre.
    • El plasma transporta glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas por todo el cuerpo. El plasma se compone de agua, nutrientes y proteínas, incluidas aquellas que interactúan y se combinan para formar coágulos.

    Los bancos de sangre separan estos componentes de las donaciones de sangre voluntarias y los tienen disponibles para transfundirlos por separado cuando sea necesario.

    ¿Cuáles son los diferentes tipos de sangre?

    Existen muchos tipos de sangre diferentes. Los 4 tipos de sangre principales (A, B, AB y O) se clasifican por la presencia de ciertos azúcares (sustancia “A” o “B”) sobre la superficie de los glóbulos rojos.

    Cualquier persona puede recibir sangre de tipo O si se elimina el plasma. Es por ello que a las personas con sangre de tipo O se los llama “donantes universales”. Las personas que tienen sangre de tipo AB pueden recibir sangre de tipo A, B u O. Es por eso que se los llama “receptores universales”. Cuando una transfusión no es una emergencia, los servicios de transfusión intentan que las personas reciban sangre de su tipo.

    Tipo de sangre

    Descripción

    Está presente la sustancia “A”. 

    Está presente la sustancia “B”. 

    AB 

    Están presentes las sustancias “A” y “B”. 

    No está presente la sustancia “A” ni la sustancia “B”. 

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    El tipo de sangre generalmente determinado por un laboratorio también contiene información acerca del factor Rh. Esto tiene que ver con otra sustancia sobre la superficie de los glóbulos rojos denominada sustancia “Rh”. La presencia o ausencia de la sustancia “Rh” clasifica la sangre como positiva o negativa. Por ejemplo, la sangre “O positiva” es un tipo de sangre O con factor Rh; la sangre “O negativa” es sangre de tipo O sin factor Rh.

    Es importante saber qué tipo de sangre tiene un paciente porque la mezcla de distintos tipos de sangre puede ocasionar problemas médicos graves. Es por ello que la sangre se analiza para determinar su tipo y la presencia del factor Rh antes de que se realice una transfusión de sangre.

    ¿Quién necesita transfusiones de sangre?

    Una de cada 10 personas hospitalizadas necesita una transfusión de sangre. Una transfusión de sangre se produce cuando un paciente recibe un hemoderivado (glóbulos rojos, plaquetas o plasma) de otra persona (un donante).

    Muchos tipos de pacientes pueden necesitar transfusiones de sangre. Entre ellos, se encuentran aquellos pacientes

    • Con anemia grave.
    • Con graves lesiones, como aquellas provocadas por un accidente automovilístico.
    • Con quemaduras graves.
    • Con cáncer.
    • Que se han sometido a un trasplante de órganos o células madre.
    • Que se han sometido a una cirugía cardíaca.
    • Con trastornos de la hemoglobina (por ejemplo, anemia drepanocítica, talasemia).
    • Cuyas plaquetas no funcionan bien.
    • Con infecciones potencialmente mortales y pocos glóbulos blancos.
    • Cuya médula ósea no funciona bien.

    ¿Son seguras las transfusiones de sangre?

    Las historias periodísticas de personas que se infectan con diversas enfermedades debido a la sangre contaminada pueden provocar temor en los padres y dudas acerca de la seguridad de las transfusiones de sangre. Si bien se han documentado casos de pacientes que recibieron sangre contaminada, el riesgo de recibir esa sangre es realmente muy bajo. En los Estados Unidos, todos los donantes de sangre son voluntarios a quienes se los interroga exhaustivamente sobre sus antecedentes médicos, sus prácticas sexuales, sus viajes y el consumo de drogas. Los hemoderivados donados se controlan minuciosamente para detectar una amplia variedad de infecciones que podrían contagiarse mediante las transfusiones. Algunas de las infecciones que se pueden detectar en los análisis son

    • Hepatitis B.
    • Hepatitis C.
    • Virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
    • Virus linfotrópico humano de linfocitos T (human T-cell lymphotrophic virus, HTLV), un virus asociado con una rara forma de leucemia.
    • Sífilis.
    • Virus del Nilo Occidental.

    Otros agentes infecciosos, como la malaria, la babesiosis, el virus del dengue y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, no pueden ser analizados directamente sino que se detectan, en cambio, mediante los antecedentes de los donantes. Si se considera que existe un riesgo significativo de que un donante tenga una infección transmisible, el donante no es aceptado. Si se determina que una unidad de sangre no es segura, se la destruye. El donante es localizado y no se le permite donar sangre en el futuro.

    Sin embargo, las reacciones más comunes a las transfusiones de sangre son alérgicas (es decir, prurito, urticaria o, en su forma más grave, dificultad para respirar o sibilancias). Por ello, la transfusión solamente se debe realizar bajo supervisión médica y en un lugar donde sea posible disponer de ayuda médica de manera inmediata. Esta reacción se produce durante la transfusión o apenas esta termina. Asegúrese de comunicarle al médico o al enfermero si su hijo comienza a sentirse incómodo, se queja de picazón, presenta urticaria o tiene dificultad para respirar durante la transfusión o apenas esta termina. Estos eventos se pueden tratar con medicamentos administrados por vía oral o intravenosa, a través de un tubo IV. Si se producen a menudo, los medicamentos pueden ser administrados antes de la transfusión para evitar o disminuir la frecuencia de las reacciones alérgicas.

    Qué debe saber antes de dar su consentimiento

    Todos los procedimientos médicos tienen riesgos. Como ya se ha mencionado, los riesgos de recibir sangre o hemoderivados pueden incluir la transmisión de enfermedades y las reacciones alérgicas. Antes de que su hijo reciba una transfusión de sangre o hemoderivados, se le pedirá su autorización o consentimiento. Para ello, es necesario tener tanta información como sea posible. Haga todas las preguntas que necesite y asegúrese de entender lo siguiente:

    • La afección de su hijo y por qué se necesita una transfusión.
    • Otros tratamientos además de una transfusión, así como sus riesgos y beneficios.
    • Qué es lo que va a suceder si opta por rechazar la transfusión.

    Además, tenga en cuenta que, en caso de una emergencia, quizás no tenga tiempo para analizar por qué su hijo necesita una transfusión. También es posible que el médico que está tratando a su hijo no sea capaz de predecir todos los riesgos posibles y no pueda darle ninguna garantía.

    ¿De dónde puede provenir la sangre?

    Si su hijo necesita una transfusión de sangre, es posible que usted pueda elegir de dónde proviene la sangre. Consulte el gráfico “Opciones de transfusión de sangre”.

    ¿Cómo se realizan las transfusiones?

    Si su hijo tiene la edad suficiente para entender, trate de explicarle el procedimiento repasando qué va a suceder.

    1. Antes de que comience la transfusión, se analizará una pequeña cantidad de la sangre de su hijo para determinar su tipo y asegurarse de que coincida con el tipo del donante. Esto se realiza mediante la inserción de una aguja en una vena del brazo de su hijo (debería sentir un pinchazo solamente unos segundos) y la extracción de la sangre en un tubo de ensayo que será utilizado por el laboratorio.
    2. A continuación, se colocará un tubo de plástico de un solo uso (catéter) o una aguja (mariposa) en una vena del brazo de su hijo y se asegurará con cinta.
    3. El enfermero se asegurará de que la sangre que se utilice sea la sangre correcta para su hijo. Es posible que se le solicite identificar a su hijo.
    4. A continuación, se colgará una bolsa con la sangre o el hemoderivado en un portasueros al lado de la cama de su hijo en el hospital.
    5. Por último, se conectará un tubo de plástico de la bolsa al tubo o a la aguja en el brazo de su hijo La transfusión comienza cuando el contenido de la bolsa empieza a fluir.

    Opciones de transfusión de sangre

    Opción

    Descripción

    Ventajas

    Desventajas

    Transfusión autóloga 

    Un paciente dona su propia sangre antes de la cirugía para su uso si fuera necesario.  

    No existe riesgo de transmisión de enfermedades ni reacciones alérgicas. 

    No es adecuada para niños menores de 9 o 10 años. No se puede utilizar para cirugía de emergencia porque la donación se debe planear de antemano. Quizás no sea posible para pacientes con determinadas afecciones médicas. Existe un pequeño riesgo de contaminación bacteriana. 

    Reciclaje sanguíneo 

    La sangre que se pierde durante la cirugía se recoge, se limpia y se devuelve al paciente. 

    No existe riesgo de transmisión de enfermedades ni reacciones alérgicas. 

    No se puede utilizar para cirugía de emergencia porque el proceso de reciclaje se debe planear de antemano. Quizás no sea posible para pacientes con determinadas afecciones médicas. Existe un pequeño riesgo de contaminación bacteriana. 

    Donación dirigida 

    Los pacientes eligen a sus propios donantes de sangre. Por ejemplo, los padres pueden donar sangre a sus hijos. 

    Los pacientes se sienten más seguros al seleccionar sus propios donantes. 

    Los tipos de sangre deben ser los mismos o tipos compatibles. Igualmente existe un riesgo de transmisión de enfermedades y reacciones alérgicas. Debe ser planeada de antemano. Algunos hospitales no permiten este tipo de donación. Existe un pequeño riesgo de contaminación bacteriana. Es posible que una transfusión de sangre donada por un miembro de la familia (dirigida) no sea una buena opción para personas que podrían necesitar un trasplante de médula ósea en el futuro. Los costos adicionales generalmente no son cubiertos por el seguro. 

    Sangre de donantes aleatorios 

    Donantes voluntarios de sangre. 

    Disponible inmediatamente; es examinada para detectar enfermedades. 

    Los tipos de sangre deben ser los mismos o tipos compatibles. Existe un pequeño riesgo de transmisión de enfermedades y reacciones alérgicas. 

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    Una vez que la transfusión comience, su hijo no debería sentir ningún dolor. Si su hijo se queja de dolor o una sensación de ardor, si siente picazón o se siente ansioso, dígaselo al enfermero. Debido a que la sangre ha estado refrigerada, el niño puede sentir frío después de unos minutos. Pídale al enfermero una manta si su hijo se siente incómodo por el frío.

    La mayoría de las transfusiones demoran de 2 a 4 horas. Sin embargo, si su hijo necesita más de 1 unidad de sangre o requiere otro hemoderivado, la transfusión podría durar más tiempo. Cuando la transfusión termine, el enfermero quitará el tubo o la aguja del brazo de su hijo y cubrirá la vena con una venda.

    Recuerde

    Si su hijo necesita recibir sangre o hemoderivados, hable con el médico de su hijo acerca de las preocupaciones o los temores que tenga sobre el procedimiento.

    Si es necesario, acuda a un especialista en medicina transfusional (generalmente un patólogo clínico afiliado al banco de sangre de un hospital) o a un hematólogo (médico especialista en la sangre). Aprenda todo lo que pueda sobre la afección de su hijo y asegúrese de entender los beneficios y los riesgos de recibir sangre o hemoderivados.

    Disclaimer

    La información incluida en esta publicación no debe usarse como reemplazo de la atención médica y los consejos de su pediatra. Es posible que haya variaciones en el tratamiento que su pediatra pueda recomendar de acuerdo a hechos y circunstancias individuales.

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