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    Suicidio, trastorno del estado de ánimo y depresión en los adolescentes

    Updated at March 31st, 2022

    Miles de adolescentes se suicidan cada año en los Estados Unidos. De hecho, el suicidio es la segunda causa principal de muerte en las personas de entre 15 y 24 años.

    El suicidio no sucede porque sí. Los estudios demuestran que al menos el 90% de los adolescentes que se suicidan, tienen algún tipo de problema de salud mental como por ejemplo depresión, ansiedad, abuso de drogas o alcohol, o un problema de comportamiento. También pueden tener problemas en la escuela, con los amigos o la familia, o una combinación de todos ellos. Algunos adolescentes han sido víctimas de abuso sexual o físico, o han sido acosados en las redes sociales. Otros pueden luchar con cuestiones relacionadas con el género y la identidad sexual. Por lo general, han tenido problemas durante algún tiempo.

    La mayoría de los adolescentes no pasan mucho tiempo planificando el suicidio. Es probable que hayan pensado en el suicidio, pero solo deciden hacerlo después de un evento que produce sentimientos de fracaso o pérdida, como meterse en problemas, tener una discusión, terminar una relación con una pareja o recibir una mala calificación en una prueba.

    ¿Por qué se suicidan los adolescentes?

    La mayoría de los adolescentes que se suicidan tienen un trastorno del estado de ánimo (trastorno bipolar o depresión). Un trastorno del estado de ánimo es una enfermedad del cerebro. Se puede producir de repente o se puede presentar ocasionalmente durante la mayor parte de la vida de un adolescente. Un adolescente que padece un trastorno del estado de ánimo puede tener un determinado estado de ánimo durante semanas o meses, o puede cambiar rápidamente de un sentimiento a otro.

    Los adolescentes con trastorno bipolar, también denominado depresión maníaca, pueden cambiar entre la manía (estar enojados o muy felices), la depresión (estar tristes o malhumorados) y la eutimia (estado de ánimo normal). Algunos adolescentes experimentan más manía, otros están más deprimidos, y algunos parecen estar normales la mayor parte del tiempo. La manía y la depresión se pueden manifestar al mismo tiempo. Esto se denomina estado mixto.

    Los adolescentes con un estado de manía o mixto pueden:

    • reaccionar exageradamente cuando las cosas no salen como ellos quieren
    • volverse excitados, agitados o agresivos
    • abrumarse con pensamientos o sentimientos
    • dormir menos
    • hablar mucho más
    • actuar de forma impulsiva o peligrosa
    • sentir que pueden hacer cosas que realmente no pueden
    • gastar dinero que no tienen o regalar cosas
    • insistir en planes no realistas para ellos o los demás

    Los adolescentes con depresión pueden:

    • sentirse tristes, deprimidos o irritables, o no tener ganas de hacer cosas
    • experimentar un cambio en los hábitos de la alimentación o el sueño
    • sentirse culpables, despreciables o desesperanzados
    • tener menos energía o más dificultad para prestar atención
    • sentirse solos, enojarse con facilidad o hablar sobre el deseo de morir
    • perder interés en las cosas que solían disfrutar

    Los trastornos del estado de ánimo se pueden tratar. Pregunte al médico de su hijo adolescente sobre las opciones de tratamiento. La reciente disminución del suicidio en los adolescentes se puede deber a un aumento de la detección temprana, evaluaciones y un tratamiento eficaz de los trastornos del estado de ánimo.

    ¿Cuáles son los signos de advertencia de la depresión, el trastorno del estado de ánimo o el suicidio?

    Los signos de un problema de salud mental, como un trastorno del estado de ánimo, o pensamientos o comportamientos suicidas pueden ser, entre otros:

    Cambios en las actividades tales como

    • una caída en las calificaciones o en el desempeño escolar
    • descuidar el aspecto personal
    • descuidar las responsabilidades

    Cambios en las emociones tales como

    • verse o hablar sobre sentirse tristes, desesperanzados, aburridos o abrumados
    • tener arrebatos, enojos intensos o irritabilidad
    • parecer o hablar sobre sentirse más ansiosos o preocupados

    Cambios en el comportamiento tales como

    • meterse en problemas, mostrarse rebeldes, agresivos o impulsivos
    • escaparse o amenazar con escaparse
    • apartarse de los amigos o la familia, o cambiar de amigos
    • comer o dormir menos o más
    • perder interés en las actividades
    • consumir drogas o alcohol
    • agredirse a sí mismos, como cortarse o hacer una dieta muy rigurosa
    • hablar, escribir, o publicar información en las redes sociales sobre el suicidio o la muerte
    • cualquier comportamiento suicida, aunque podría no haber sido mortal, como por ejemplo, tomar una pequeña cantidad de pastillas

    Mitos y datos concretos

    Mito: Es obvio que los adolescentes que se suicidan están deprimidos.

    Dato concreto: No siempre es obvio. A veces, los padres son "los últimos en enterarse" que sus hijos adolescentes están tan deprimidos y desesperados. Con frecuencia, los adolescentes son buenos en ocultar sus problemas. Aunque a veces los adultos que están deprimidos parecen profundamente tristes y desesperanzados durante bastante tiempo, los adolescentes deprimidos pueden dar la impresión de estar “bien” parte del tiempo mientras entran y salen de la depresión. Algunos adolescentes ni siquiera parecen extremadamente deprimidos, pero nunca están “bien”; estos adolescentes también tienen un mayor riesgo de suicidarse.

    Mito: Las personas que hablan sobre suicidarse o publican mensajes sobre el suicidio en las redes sociales no lo hacen.

    Dato concreto: Los adolescentes que hablan sobre suicidarse o querer “huir”, “escaparse”, “desaparecer”, “terminar con todo” o “morir” tienen más probabilidades de suicidarse que aquellos que no lo hacen. Si su hijo adolescente habla sobre el suicidio o la muerte, es importante responder de inmediato.

    Mito: No es necesario tomar en serio los intentos de suicidio de baja letalidad.

    Dato concreto: Un intento de baja letalidad, como tomar una pequeña cantidad de pastillas o cortarse las muñecas, puede ser seguido por un comportamiento más letal. Puede ser el primer signo evidente de problemas emocionales profundos. No se debe desestimar ningún intento de suicidio, y se deben tomar medidas para evitar futuros intentos.

    Mito: Pedir o buscar ayuda en relación con los pensamientos suicidas aumenta el riesgo de suicidio.

    Dato concreto: La investigación demuestra que preguntar sobre el suicidio y hablar sobre este tema con un profesional no aumentan el riesgo, sino que probablemente lo reduzcan.

    Mito: Los adolescentes en realidad no desean suicidarse, solo quieren llamar la atención.

    Dato concreto: En ocasiones esto puede ser verdad, sin embargo, la conducta aún puede ser mortal. Los adolescentes que no pretenden morir igual pueden tomar demasiadas pastillas o hacer mal el cálculo del momento en el que alguien vendrá a rescatarlos.

    Qué puede hacer

    • Responder rápidamente si alguien está en peligro. Llevar a su hijo adolescente al departamento de emergencia de un hospital si le preocupa que pueda lastimarse o lastimar a otros.
    • Escuchar a su hijo adolescente. Esto es más difícil de lo que suena. Concéntrese en lo que su hijo adolescente está diciendo y trate de no sugerirle cómo "arreglar" sus problemas. Estas son algunas preguntas que podría hacer: ¿Qué es lo que te está preocupando? ¿Te has sentido triste o deprimido? ¿Alguna vez sentiste que querías terminar con todo o deseaste irte a dormir y no despertar nunca más? ¿Alguna vez tuviste ganas de lastimarte, como cortarte?
    • Sea comprensivo y brinde su apoyo. Con frecuencia, es más fácil señalar las fallas. Trate de ser comprensivo si su hijo adolescente está “en problemas” o tiene sentimientos negativos sobre sí mismo. Permítale saber que sin importar cómo se sienta ahora, usted tiene una visión global positiva de quién es él y de su futuro. Es fundamental prestarle atención y decirle ”te amo“.
    • Obtenga ayuda profesional. Hable con el médico de su hijo adolescente sobre tratamientos, incluida una evaluación por un psiquiatra especialista en niños y adolescentes u otro profesional de salud mental.
    • Saque las armas de fuego de su casa. Los estudios demuestran que aunque las armas de fuego de su casa estén bajo llave, es más probable que se suiciden aquellos adolescentes en cuyas casas hay armas de fuego que donde no las hay. Saque las armas de fuego de su casa. Si usted debe tener un arma, asegúrese de que el arma esté guardada descargada y bajo llave en una caja de seguridad o con el seguro puesto, y que las balas estén guardadas bajo llave en otro lugar.

    Recuerde

    El apoyo familiar y el tratamiento profesional pueden ayudar a los adolescentes que estén en riesgo de suicidarse, a lidiar con sus dificultades y sentirse mejor. Los tratamientos actuales para los trastornos del estado de ánimo y otros problemas de salud mental, tales como el asesoramiento personal y familiar, los medicamentos y otras terapias, junto con un seguimiento a largo plazo, pueden ser muy útiles.

    Disclaimer

    La información que se incluye en esta publicación no se debe usar como reemplazo de la asistencia médica y los consejos de su pediatra. Es posible que existan variaciones en el tratamiento que su pediatra pueda recomendar de acuerdo con los hechos y circunstancias individuales.

    Translation of Teen Suicide, Mood Disorder, and Depression

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