¿Qué son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina?

Los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina son medicamentos que se usan para tratar la depresión y la ansiedad. Actúan aumentando los niveles de serotonina en el cerebro. La serotonina es un neurotransmisor que transmite mensajes de bienestar entre las células cerebrales y ayuda a promover una sensación de bienestar, calma y buen humor, además de mejorar el apetito y el sueño. Los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina ayudan a aumentar los niveles de serotonina disponibles en el cerebro al impedir la reabsorción de la serotonina por las células nerviosas. Esto permite que haya más serotonina disponible para ayudar a transmitir mensajes de bienestar de manera más eficaz. Se denominan selectivos porque no interfieren con la recaptación de otros neurotransmisores. 

Los siguientes son los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina más comunes que se utilizan en niños y adolescentes:

¿Qué inhibidor selectivo de recaptación de serotonina se considera adecuado?

Como ocurre con todos los medicamentos, una buena opción sería la que proporcione el mayor beneficio con la menor cantidad de efectos secundarios. Tanto la fluoxetina (Prozac) como la sertralina (Zoloft) se consideran más estimulantes o energizantes, mientras que el escitalopram (Lexapro) puede ser más calmante. El tipo de síntomas de depresión y/o ansiedad que experimenta el paciente puede ayudar a determinar qué medicamento puede ser más adecuado. En general, si un inhibidor selectivo de recaptación de serotonina es ineficaz o no se tolera bien, se recomienda probar otro. Tenga en cuenta que los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina son más eficaces cuando se combinan con psicoterapia y buen cuidado personal. 

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios? 

Todos los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina funcionan de manera similar y pueden causar efectos secundarios similares, aunque no todas las personas experimentarán los mismos efectos secundarios. Los efectos secundarios no son frecuentes y, si se presentan, suelen ser leves y transitorios. Si un paciente experimenta efectos secundarios con un inhibidor selectivo de recaptación de serotonina, es posible que aún pueda tolerar otro, ya que el cuerpo de cada persona es diferente en cuanto a la receptividad a cada medicamento y a la rapidez con la que lo procesa.

Los posibles efectos secundarios incluyen:

• Náuseas, vómitos, diarrea
• Dolor de cabeza
• Alteraciones del sueño (somnolencia > insomnio)
• Sequedad en la boca
• Mareo
• Problemas sexuales (p. ej. disminución del deseo sexual, dificultad para alcanzar el orgasmo, disfunción eréctil)
• Alteración del apetito (aumento o disminución)
• Manía o hipomanía (euforia, impulsividad/hiperactividad, desinhibición, irritabilidad) 
• Agitación/acatisia (inquietud, incapacidad para quedarse quieto)

¿Cuáles son los problemas de seguridad adicionales? 

Los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina son seguros para la mayoría de los niños y adolescentes. Entre los posibles problemas de seguridad poco frecuentes se incluyen los siguientes:

Interacciones medicamentosas

Es importante informar al médico del paciente sobre cualquier otro medicamento que el paciente esté tomando con regularidad, ya que algunos pueden interactuar con los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina. La mayoría de los medicamentos de venta libre, los inhaladores para el asma, las píldoras anticonceptivas y los medicamentos para el acné se pueden usar simultáneamente con los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina, pero siempre es recomendable informar al proveedor si está usando estos o cualquier otro tipo de medicamento. 

Síndrome serotoninérgico

En raras ocasiones, los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina pueden provocar una acumulación excesiva de niveles de serotonina en el cuerpo y provocar síntomas que pueden resultar incómodos. Esto es más probable que ocurra si un paciente está tomando 2 o más medicamentos que aumentan los niveles de serotonina. Los signos y síntomas del síndrome serotoninérgico incluyen agitación o ansiedad, fiebre alta, sudoración, confusión, temblores, mala coordinación, cambios en la presión arterial y aumento de la frecuencia cardíaca. Los pacientes deben buscar atención médica inmediata si se presentan estos síntomas.

Mayor riesgo de suicidio

La FDA exige que todos los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina incluyan advertencias en los medicamentos con efectos secundarios potencialmente peligrosos. En raras ocasiones, los niños y adolescentes que toman inhibidores selectivos de recaptación de serotonina pueden desarrollar u observar un aumento de los pensamientos o conductas suicidas. Si esto ocurre, es más probable que sea durante las primeras semanas después de comenzar a usar un inhibidor selectivo de recaptación de serotonina o al aumentar la dosis. En vista de esto, los pacientes que toman inhibidores selectivos de recaptación de serotonina deben ser monitoreados cuidadosamente. Los padres deben preguntar a los niños acerca de esos pensamientos o comportamientos y, si están presentes, avisar a su médico. Estos pensamientos son reversibles al suspender el medicamento. También es importante recordar que, a largo plazo, los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina pueden disminuir los pensamientos y el comportamiento suicidas en general al mejorar el estado de ánimo y disminuir la ansiedad.

¿Los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina son adictivos?

Los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina NO son adictivos y esa es la razón principal para utilizarlos como tratamiento de primera línea en niños y adolescentes. Sin embargo, suspender o disminuir el medicamento abruptamente puede provocar síntomas desagradables similares a los de la abstinencia. Lo mejor es colaborar con el médico del paciente para reducir la dosis de forma gradual y segura.

¿Durante cuánto tiempo se deben tomar los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina?

La duración del tratamiento con medicamentos variará en función de cada paciente y la gravedad de su trastorno de depresión y/o ansiedad. Es algo que debe abordarse de forma individual con el médico del paciente. La duración media del tratamiento para la depresión es de 6 a 12 meses y la duración media del tratamiento para la ansiedad tiende a ser más larga, alrededor de 12 meses. Algunos pacientes podrían requerir ciclos más prolongados, mientras que otros pueden necesitar volver a tomar los medicamentos después de una pausa si los síntomas de depresión o ansiedad reaparecen o empeoran.